Reseña de La última princesa, de Alaitz Leceaga
La última princesa ha sido una lectura que me ha gustado muchísimo. Desde el inicio engancha con una trama sólida y un ritmo constante que invita a seguir leyendo. Es un thriller bien construido, con misterio, investigación y una atmósfera oscura que se mantiene durante toda la novela.
La historia está ambientada en la costa vasca, un escenario fundamental para el desarrollo del libro. Los paisajes de bosques, acantilados y espacios industriales abandonados aportan una sensación inquietante y envolvente que refuerza el tono de la historia. La ambientación está muy cuidada y se nota el trabajo de documentación de la autora, haciendo que el entorno tenga un peso casi tan importante como los propios personajes.
La protagonista es una criminalista compleja y bien definida, con un pasado que influye claramente en sus decisiones. Resulta fácil conectar con ella y entender su forma de actuar. Uno de los aspectos que más me ha gustado es la presencia de la mitología y el folclore vasco, integrados de manera natural en la trama. No están ahí como un simple adorno, sino que aportan profundidad, misterio y una identidad propia a la novela.
En conjunto, La última princesa es un libro muy recomendable para quienes disfrutan de los thrillers con una ambientación potente, personajes trabajados y un trasfondo cultural interesante. Una lectura absorbente que deja muy buen sabor de boca.
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